La aplastante realidad de la pandemia del coronavirus, con sus estrepitosas consecuencias económicas, ha llevado a muchos negocios a cerrar o, en el mejor de los casos, a replantearse su estructura.Los gobiernos de algunos países de Latinoamérica anunciaron medidas de auxilio para las pequeñas y medianas empresas (pymes) en medio de cuarentenas y de una paralización de la actividad.El panorama fue desolador: la proyección era que la economía de la región, incluido el Caribe, se contraerá un 5,2%, según estima el Fondo Monetario Internacional (FMI).
Las pequeñas y medianas empresas que dependen de las ventas diarias y tienen escasas o nulas reservas de liquidez también fueron o están siendo sometidas a un grave estrés financiero y es posible que tengan que despedir trabajadores o cerrar sus puertas.
Pero en todo este panorama que hemos vivido los últimos meses también hay personas que han logrado darle la vuelta a la situación o que incluso fue el momento preciso para desarrollar su empredimiento.
hoy reunimos las historias de 3 pymes en diferentes países de Latinoamérica que, forzados por la pandemia, se reinventaron y han logrado no solo sobrevivir, sino crecer.
1. Una discoteca (en línea)
Una fiesta en la que hay 500 personas, un dj, bailarinas y un animador. Todo por Zoom.El colombiano Sebastián González lleva 10 años “creando experiencias” en el sector del entretenimiento en Bogotá y su empresa es socia de un grupo empresarial que tiene varias discotecas en la ciudad, consciente de que la reapertura de discotecas y bares no se vislumbra en el futuro cercano por causa de la pandemia, a González se le ocurrió crear fiestas por Zoom, la herramienta de videoconferencia que ha catapultado su popularidad en los últimos meses.
2. Clases online con un campeón mundial
El karateca y bicampeón mundial venezolano Antonio Díaz empezó el año entrenando para su participación en los Olímpicos de Tokio, la primera edición de los juegos que admite el kárate en su programa.Mientras que Díaz entrenaba en Hong Kong y España, su dojo o centro de entrenamiento, que abrió hace dos años, se mantenía activo y admitía nuevos estudiantes.
Cuando el gobierno venezolano decretó el 13 de marzo una cuarentena obligatoria, Díaz acababa de llegar de España días antes y ordenó en seguida la cancelación de clases en el dojo.“Allí trabajan dos instructores que viven de lo que ganan, al igual que otras tres personas que trabajan en otras áreas del negocio”, explica.Aunque algunos clientes cancelaron sus suscripciones, hubo quienes estuvieron de acuerdo con no pedir reembolso por el mes de abril.Al percatarse de que la situación no sería tan temporal, Díaz exploró una vía que normalmente había visto con ojos dudosos: dar clases por internet.En medio de la improvisación, Díaz reconoce que más público se ha interesado en lo que hace y que se están abriendo oportunidades.
3. Escudos de protección
La arquitecta mexicana Carmen Murillo lleva seis años en el negocio de los cortes láser e impresión 3D con su empresa 2MD Láser y jamás se imaginó que en algún momento serviría al sector médico.Normalmente, su clientela está entre estudiantes de arquitectura y profesionales que mandan hacer sus maquetas, decoradores de interiores o empresas que le piden fabricar regalos ejecutivos.
Pero todo cambió con la llegada del coronavirus. Y en pocas semanas, Murillo ha fabricado alrededor de 8.000 viseras protectoras para personal médico, un elemento clave en el uniforme de quienes tratan a pacientes con covid-19 o realizan pruebas diagnósticas.Luego empezó a llegarles un volumen inesperado de donaciones por parte de empresas y particulares de material como acetato y tereftalato de polietileno (PET), que les vino bien para producir rápido.“Hicimos contacto con médicos para ver qué hospitales los necesitaban y dónde estaban las carpas de las pruebas”.
Estos nos muestra que en todas partes en todo momento podemos encontrar oportunidades para seguir creciendo nuestros negocios.
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